El Power Metal está de enhorabuena y muy pronto todos los fieles seguidores tanto del estilo como del Heavy Metal en general, disfrutarán del parabién que en este caso llega de la mano de HELLOWEEN y de la que será su nueva criatura en formato álbum el cual verá la luz el próximo 29 de agosto del presente 2025 bajo el nombre de Giants & Monsters.

La querida formación alemana encabezada desde hace ya un tiempo por el trío vocal Deris, Kiske y Hansen hará sin duda las delicias de los fans con este nuevo redondo que cuenta con diez pistas en su interior tras cuya escucha, no sólo auguramos uno de los mejores momentos de la banda sino que también confirmamos uno de los mejores trabajos de Rock & Metal para este año firmado por un grupo que ha marcado una época con cuatro décadas a sus espaldas repletas de himnos.

Giants & Monsters ha cogido forma en los Wisseloord Studios de Ámsterdam (Países Bajos) bajo la producción tanto de Charlie Bauerfeind como de Dennis Ward, llegando el mismo tras el que pensábamos insuperable Helloween editado en el 2021 para regalarnos estos siete jinetes con él un auténtico derroche de vitalidad, optimismo, calidad y genuina compenetración. 

«Giants On The Run» abre el LP con la extraordinaria voz de Andi Deris en pura eclosión incluso defendiendo algunos guturales para dejar las melodías más épicas a cargo de Hansen, imprimiendo éste la parte más elevada del tema en cuanto a tono se refiere mientras que Kiske aporta la naturaleza rítmica que siempre ha caracterizado a los alemanes, generándose con estos mimbres una canción muy pegadiza especialmente en los estribillos.

«Savior Of The World» arranca y se mantiene de forma trepidante recordando viejos tiempos en cuanto a los veloces ritmos se refiere, gestionándose en la misma impresionantes cambios tanto musicales como vocales a cargo esta vez de Michael Kiske en solitario quien tira de galones para regalar esas melodías imbatibles con las que su versátil voz cuenta, aplicando así el cantante al tema unas generosas y limpias tonalidades.

«A Little Is A Little Too Much» muy desenfadada y rocanrolera enlaza al binomio Deris / Kiske de una forma muy vacilona en cuanto a la compenetración de sus voces se refiere, una unión que es total en un estribillo corto aunque pegadizo que además llega aderezado por el contundente doble bombo y por unos deliciosos punteos como compensación melódica a la batería de Löble la cual se muestra aquí especialmente poderosa.

«We Can Be Gods» se presenta como una de las más metaleras, apareciendo en la misma interesantes y amplias partes de riffs donde se explayan las tres guitarras para crear en perfecta combinación soberbios pasajes a cargo de Sascha Grestner, Hansen y Weikath envolviendo un tema repleto de rimbombantes coros que ofrecen un efecto genial de contrapunto al potente grito de guerra inicial protagonizado por un enérgico Kiske.

«Into The Sun» en un plano más atmosférico y haciendo honor a las baladas realiza acopio de todos los tópicos de las mismas llevados a la orfebrería por parte la banda, pues elementos como los teclados o la aparición de ciertos coqueteos con el violín gestionan una embriaguez sólo rota por Kiske quien mantiene la grandiosidad en todo el disco mostrándose en ésta especialmente entregado a los tonos altos muy bien arropado por los coros.

«This Is Tokyo» tiene el honor de ser el primer sencillo editado como adelanto del redondo y rezuma Hard Rock Melódico por los cuatro costados con una línea vocal muy limpia por parte de Deris, contando la pista con unas líneas previas al estribillo muy del estilo de los medios tiempos que toman un giro más agresivo en las partes centrales adornadas éstas por prolongados riffs que encaran un enfoque nostálgicamente noventero.

«Universe (Gravity For Hearts)» también fue un adelanto del disco y con más de ocho minutos de duración, nos adentra tras un comienzo erizante a cargo de Kiske en un mundo de potentes baquetas e imparables recorridos de mástil por parte de los seis cuerdas para dejar tras de sí un ritmo enloquecido marca de la casa, una apisonadora imparable con nítidos y acertados cambios de ritmo junto con giros vocales realmente colosales.

«Hand Of God» muy definida y más pausada con densa melodía de corte Heavy en algunos pasajes, también nos traslada a otros más intensos de base Hard en una composición que se aleja de la epicidad powermetalera que caracteriza al grupo para sumergirse el tema en elementos guitarreros con menos florituras en los punteos, ejerciéndose estos de una forma más bailable y ostentando también la canción una lírica más coreable.

«Under The Moonlight» hecha para embelesar con una vuelta a los años 2000 llega repleta de luz, de empuje y de carisma para dejarnos una delicia en las guitarras junto a unos medidos coros en este tema amable apto para ser pieza de cámara más que pieza de directo, ya que la joya lineal que imprime la pista regala realmente a los oídos un ritmo impecable en nitidez repleto de brillantes colores que aportan cierta calma y candor al álbum.

«Majestic» cierra de forma grandiosa el trabajo sobrepasando los ocho minutos con un comienzo tranquilo de teclados para finalizados estos abrirse a un mundo de maravillosos punteos, baquetazos imparables, voces agigantadas y un endiablado ritmo sencillamente apoteósico con una cadencia abrumadora alineada junto a hermosas e impredecibles partes instrumentales, clausurándose así con broche de oro un álbum sobresaliente.

Andi Deris (voz), Michael Kiske (voz), Kai Hansen (guitarra y voz), Michael Weikath (guitarra), Sascha Gerstner (guitarra), Markus Grosskopf (bajo) y Dani Löble (batería) nos han dejado nuevamente para la posteridad diez diamantes en forma de temas que como todos los suyos, el tiempo se encargará de pulir y los seguidores de convertir en clásicos escucha tras escucha bien sea en disco o en directo para mantener en la cumbre a un género eterno nunca falto de sublimes producciones gracias a bandas como HELLOWEEN y a discos como Giants & Monsters.

 

Redacción: Montserrat Calvo y Miguel Ángel Príncipe

Fotografías: Miguel Ángel Príncipe y portada del disco cortesía de Reigning Phoenix Music