Con la celebración del 25º aniversario de la formación de la banda como reclamo y dentro de la programación de conciertos previstos para los próximos meses por el festival de invierno de Madrid INVERFEST, ANGELUS APATRIDA tuvieron la excusa perfecta el pasado viernes 3 de octubre para arrasar una vez más Madrid, con una actuación de una intensidad que incluso superó la brutalidad habitual de los de Albacete, rescatando para la ocasión varias de las joyas menos habituales de su discografía y gozando de una suculenta puesta en escena donde no faltó ni la afilada guillotina para rematar su show. Antes, el dúo BALA puso a tono a La Riviera con su afilado Rock Alternativo donde el Punk, el Stoner y el Metal conviven con total naturalidad en su propuesta musical.

BALA:

El dúo gallego BALA compuesto por Anxela Baltar a la guitarra y Violeta Mosquera a la batería, tomarían el escenario a la hora prevista para desatar la tormenta perfecta con su contundente muro sónico y juego de voces compartidas en canciones con una letras directas y llenas de rabia como “Equivocarme” o “Colmillos”, temas cañeros bien entrelazados con el desarrollo en otras de nebulosas atmosferas como la desarrollada en las estrofas in crescendo de “Omertá”, donde juegan con las similitudes entre la ley del silencio impuesta en su época por la mafia siciliana y la actual “libertad de expresión” impuesta por las instituciones políticas.

BALA

Anxela toma la palabra para confesar que aunque nunca hay nervios —la banda cuenta con una trayectoria de más de una década—, hoy sí que en su primera vez sobre el escenario de La Riviera, impone un poco.  “Liar” presenta un inicio con aroma a Rock Alternativo noventero, que pronto da paso a una parte final de lo más impetuosa donde el dúo combina a la perfección sus voces en inglés con potentes instrumentaciones. El sonido grueso inicial y el riff infeccioso final de “Mi Orden” sirve de base a Anxela para desplegar su voz desgarrada y llena de rabia, antes de que buena parte de los asistentes muestren con sus voces su conexión con la banda ante esa maravilla de single de su reciente obra “Besta” que es “Prisas”, con el dúo mostrando una letra de lo más explícita y reivindicativa sobre la realidad cotidiana que nos ha tocado vivir, y una creatividad rompedora donde conviven con total naturalidad el post-punk de ritmo sólido con el Metal  de guitarras más afiladas.

BALA

BALA afrontarían el cierre de su actuación con una parte final entrelazada sin ningún tipo de concesión, donde la revisión del punkarra “Territorial Pissings” de Nirvana y la energía contagiosa de la celebrada “Agita”, pondrían el listón bien alto y a buen seguro servirían a la banda para ganar nuevos seguidores, antes de cerrar su hora de actuación con un “Humo” donde de nuevo los riffs pantanosos —cortesía del del maestro Tony Iommi— harían de genial contrapunto con la propuesta más rabiosa y cercana al Punk de estas dos creciente artistas.

ANGELUS APATRIDA:

Los que hemos seguido de largo la trayectoria de ANGELUS APATRIDA, sabemos desde la recepción de sus primeras entregas discográficas que nuestra fe metálica está en buenas manos con estos cuatro tipos, pero por si era necesario renovar hoy nuestros votos, la banda ya poco antes de pisar el escenario de La Riviera me dieron las dos primeras satisfacciones de la noche, con el “Prowler” de los primeros Iron Maiden atronando por el PA y descubriendo un acertado telón de fondo negro con el logo de la doble A de las iniciales de la banda presidiendo el escenario, señales inequívocas de que la banda no ha perdido el buen gusto musical, ni ha sucumbido a la dichosa moda de las pantallas led.

ANGELUS APATRIDA

Nuestros thrashers más internacionales pondrían a funcionar la apisonadora desde el arranque con la apocalíptica “Clockwork”, donde ya pudimos deleitarnos con los riffs aplastantes y solos compartidos por Guillermo Izquierdo y David G. Álvarez, mientras la base rítmica compuesta por José Izquierdo y Víctor Varela tampoco nos daba tregua. Los armónicos iniciales de una sorprendentemente ubicada en los primeros compases del show “To Whom It May Concern” nos ponen en alerta para poder disfrutar de la épica de uno de los temas más celebrados de su última entrega “The Aftermath”, donde la madurez alcanzada por la banda tras una trayectoria discográfica compuesta ya de ocho entregas discográficas, encuentra su culmen con esta obra de arte, en la que las voces limpias de Guillermo aparecen y desaparecen entre intrincados cambios de ritmo y cabalgadas enérgicas en claro contraste con los momentos más reposados del tema, para marcarse David uno de los solos más inspirados de toda su carrera como perfecto remate final.

ANGELUS APATRIDA

La fiereza hardcore y letra cargade de mala leche de la también reciente “Snob” nos devuelve a los ANGELUS más agresivos, con esos coros marca de la casa, antes de que ese puñetazo en la cara que es “Indoctrinate” sea recibida con los puños en alto por los finalmente en torno a 1.200 asistentes, tomando la descarga un ritmo trepidante y creciente a partir de este momento, donde la pura carnaza Thrash de “Of Men and Tyrants” serviría para calentar un poco más el ambiente y propiciar los primeros mosh-pits de la noche entre las primeras filas.

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Guillermo tomaría la palabra para recordarnos, como habían adelantados en sus redes sociales y entrevistas recientes, que la de hoy y la dentro de una semanas en Barna serían una ocasión especial para rescatar temas menos habituales en sus repertorios de los últimos años, pero también serviría para presentar como es debido en Madrid su última placa “The Aftermath”, de la que nos ofrecerían a continuación su primer single “Cold”, con ese estribillo de corte melódico tan bien recibido por todos los presentes, en claro contraste con el brutal ritmo que ofrecen en el desarrollo inicial de la canción.

ANGELUS APATRIDA

La paleta artística de la banda ha tenido espacio también en la última década para el Heavy Metal de corte más clásico desarrollado en cortes explosivos como “End Man” o “We Stand Alone”, proyectando influencias de lo que desarrollaron bandas como Megadeth o Testament en los primeros años noventa, volviendo a no dejar títere con cabeza al someternos a la velocidad extrema de “One of Us”, antes de recuperar para el siguiente bloque de la actuación una triada de esos temas más escondidos en el catálogo de la banda, como unas primigenias “The Thornmaker” y “Free Your Soul” pertenecientes a su primera entrega de 2005 “Evil Unleashed, o la calmada “Farewell”, dedicada por Guillermo al fallecido amigo de la banda Alberto, donde las linternas de los móviles cumplieron su cometido y finalmente nuestros cuellos pudieron tomarse un merecido aunque breve descanso.

ANGELUS APATRIDA

Y es que la tralla en grandes dosis volvería para la recta final de la descarga con “Violent Dawn” y sobre todo la “verdadera guerra sangrienta” ofrecida a los más acérrimos de las primeras filas a través de la incontestable brutalidad de “Give ‘Em War”, canción titular de su segunda obra, que trajo a Guillermo el recuerdo del madrileño barrio de Hortaleza —donde se encontraba el estudio donde los de Albacete registraron el disco que a la postre les llevaría a entrar por todo lo alto en el sello discográfico internacional Century Media— y, en mi caso, el recuerdo del buen sabor de boca que me dejaron la primera vez que los vi en directo por aquellos años abriendo fuego en la también madrileña Sala Heineken para los Arch Enemy de Angela Gossow y los hermanos Ammot.

ANGELUS APATRIDA

Como nos habían chivado amistades cercanas a la banda, para el primero de los bises, una gigantesca guillotina pasó a dominar el escenario, con el frontman demostrando sus dotes con el mecanismo del invento más recordado de la Revolución francesa, para ofrecer una enérgica revisión del ya clásico por derecho propio “Sharpen the Guillotine”, coreada con devoción por todos los asistentes, como también haríamos a continuación con ese estribillo tan en onda Maiden de la siguiente “Versus the World”, para retirarse el cuarteto con el riff cortante proyectado sobre el acelerado ritmo impuesto por la batería de Víctor en “Blast Off”.

ANGELUS APATRIDA

La banda volvería para un segundo bis, donde los circle-pits volverían a cobrar protagonismo con la alocada marcha de  “Thrash Attack”, para despedirse por todo lo alto como viene siendo habitual con la rabia y la furia tanto instrumental como lírica de “You Are Next”, con la que los manchegos dieron por finalizada una que a buen seguro recordada actuación de prácticamente 2 horas, donde creo que todos terminamos compartiendo el deseo final de Guillermo en cuanto a que al menos podamos disfrutar de otros 25 años más de ANGELUS APATRIDA.

 

Crónica: Álvaro Arroyo

Fotografías: Álvaro Arroyo y Miguel Ángel Príncipe