El poder de la música, el poder de las canciones y en este caso el poder de OBÚS al frente el pasado sábado 13 de diciembre del timón del Palacio Vistalegre con un prácticamente lleno incuestionable de heavies ochenteros, despojó durante dos horas y veinte minutos de su edad actual a todo el recinto para retrotraer a los allí presentes hasta una época dorada en la que vivieron la hermandad del Metal, la unidad bajo una misma bandera que enarboló lo genuino, lo auténtico, lo sencillo y la solidaridad que con temas como los gestionados en este único concierto de los vallecanos, aunó a toda una generación que se hoy en día se mantiene firme en sus ideales tras haber tejido hace años una tela protectora indestructible en un momento que fue histórico dentro del mundo del Rock patrio.

Tras la apertura llegó una imbatible previa musical a cargo de El Pirata que desde las 20:00 horas y hasta el comienzo del directo, hizo las delicias de un coso que se iba abarrotando por una feligresía que protagonizaba encuentros con amistades de ayer y de hoy caldeando un ambiente optimista, sincero, festivo e irrompible luciendo el público cuero, muñequeras y camisetas tanto de OBÚS como de otros ídolos del Metal mientras se preparaba para el acontecimiento con el sonido de clásicos del Hard & Heavy de fondo.

A las 21:30 horas la formación clásica de la banda, el cuarteto guerrero que ilusionó despertando conciencias allá por el año 1981 se subió a la tarima pasando a ser Fortu Sánchez (voz), Paco Laguna (guitarra), Juan Luis Serrano (bajo) y Fernando Sánchez (batería) los jinetes que bajo unas luces potentes e inmersivas y arropados por una pantalla gigante donde se sucedieron imágenes eternas, rompieron la magia del recinto para duplicar la misma en un arranque donde como un trueno comenzaron a sonar una tras otra «Necesito Más» y «La Raya» entre ovaciones, aplausos y todo un despliegue de fuego frío, humo e ilusión sobre la tarima.

Aunque se intuía, se desconocía el repertorio que iba a desgranar la banda y en el imaginario del respetable estaban todas las que sonaron, todas la que llenaron días y años de nuestras vidas moldeándonos en una filosofía única representada también en la que se escuchó a continuación «Más Que Un Dios» de su segunda etapa publicada en el 2003 dentro del disco Segundos Fuera, precediendo ésta a «Sin Dirección» dentro del mismo redondo y a «Cualquier Noche Sale El Sol» del 2000 rememorándose con ella el álbum Desde El Fondo Del Abismo para avanzar en una senda que marcó de forma especial la afortunada segunda etapa de la formación.

A la atmósfera de alto voltaje musical se sumaban a cada instante videoclips del grupo, fotogramas de un pasado glorioso donde se podía ver a aquellos jovencísimos OBÚS caminando por las calles de Vallecas mientras el cuarteto se arrancaba con «Pesadilla Nuclear» marcada ésta por la increíble pegada a los parches de Fernando y por unos imbatibles agudos de Fortu, enmarcándose todo ello en un solo a las seis cuerdas a cargo de Paco para redondearse así una actuación que iba in crescendo alcanzando uno de sus momentos álgidos con la sentenciadora «Te Visitará La Muerte» cantada a pleno pulmón y de forma frenética por todo Vistalegre.

Un indomable Fortu dueño del escenario, sin dejar de recorrer el mismo volcándose al máximo con las primeras filas y sintiendo el latido de la gente ante un show deslumbrante que gozó de un magnífico sonido, plasmó su carácter más gamberro en la «vacilona» «Que Te Jodan» de impecable y extensa introducción mientras el frontman pedía palmas empatizando con «gorgoritos» para pedir eco de los mismos por parte de la gente antes de defender con energía «Dosis De Heavy Metal«, tema para el cual se instaló un teclado sobre la tarima a cuyos mandos se puso con excelencia y elegancia Fernando Sancho afrontando también éste la brutal balada «Complaciente O Cruel».

Con agudos envidiables a sus setenta y una primaveras, Fortu comenzó a entonar uno de los himnos de la banda como es «El Que Más» cantado íntegramente por los fans con fuerza, garra, emoción e intensidad que se manifestó también cuando subió al escenario el prestigioso y polifacético Luis Cobos saxofón en mano para imprimir elegancia al tema «Dame Amor», dando pie tras el mismo a la presentación de todos los miembros de OBÚS y señalando el carismático vocalista la presencia en la grada de su madre «La Mari» quien se levantó mientras era enfocada para saludar a todos los allí presentes que rompieron en calurosos aplausos.

Un solo de batería con vistosas baquetas de leds, una eclosión propiciada por la sucesión de buques insignias como «Dinero, Dinero» móviles encendidos y algún mechero como en época, «Va A Estallar El Obús», «Vamos Muy Bien», «Mentiroso» o la invencible «Sólo Lo Hago En Mi Moto» del 1981 cuando aún muchos de nosotros eramos menores de edad, pusieron el broche de oro mientras se hacía en la pantalla un homenaje a músicos y personalidades «de nuestro rollo» ya fallecidos e imprescindibles para escribir la historia del Rock nacional mientras los cuatro protagonistas del espectáculo se despedían entre abrazos del pacífico ejército de «chupas» de cuero.

Setlist: «Necesito Más», «La Raya», «Más Que Un Dios», «Sin Dirección», «Cualquier Noche Sale El Sol», «Pesadilla Nuclear», «Siento Ganas», «Te visitará La Muerte», «Que Te Jodan», «Dosis De Heavy Metal«, «Complaciente O Cruel», «Juego Sucio», «El Que Más», «Dame Amor», «Marilú», «Viviré», «Autopista», «Cautivos», «Dinero, Dinero», «Va A Estallar El Obús», «Vamos Muy Bien», «Mentiroso», «Esta Ronda La Paga Obús» y «Sólo Lo Hago En Mi Moto».
Crónica: Montserrat Calvo
Fotografías: Miguel Ángel Príncipe
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